Hasta el mes de marzo, el Algarve interior se viste de blanco y rosa pálido por la floración de los almendros, un hecho que define los mejores dulces de esta región del sur de Portugal.
El Algarve está lleno de grandes espectáculos naturales: las puestas de sol, maravillosas, especialmente en la costa occidental, también conocida como Costa Vicentina; el paso de las aves migratorias a comienzos del otoño, cuando cruzan los cielos algarvíos en su viaje desde los países del norte a tierras más cálidas; las ballenas y los delfines que eligen la costa del Algarve como áreas de reproducción y alimentación; los acantilados; las cuevas y ensenadas que las olas y la erosión han ido creando con el paso del tiempo… ¡y los almendros!, que llegada esta época del año, cuando arranca su floración, llenan el paisaje interior de color blanco y están presentes en numerosos dulces y postres típicos de la región.
Entre finales de enero y marzo, el Algarve interior se vuelve blanco y rosa pálido gracias a la floración de los almendros, un bonito espectáculo natural que regala bellas estampas y que cada año atrae a numerosos visitantes. El almendro es uno de los árboles frutales que antes florece. Naturalmente, depende de la variedad y del lugar, pero en general, y así ocurre en el sur de Portugal, la floración suele darse entre finales de enero y marzo.
La almendra, ingrediente fundamental de la repostería del Algarve
La importancia de los almendros para el Algarve no termina aquí. La almendra (amêndoa es como se dice en portugués) es un ingrediente fundamental de su repostería y son muchos los dulces típicos del Algarve elaborados principalmente con almendras, a las que en ocasiones se unen también la naranja y el higo, muy típicos también de la región.
Son muy conocidos los queijinhos de figo, elaborados con almendra e higos, los bolinhos (o buñuelos) de almendra, la tarta de almendras y el nogado, hecho a base de almendra y miel. También lo es el Doce Fino (también llamado dulce de mazapán), que se elabora con pasta de almendras, azúcar y claras de huevo. Con ella generalmente se crean figuras (frutas y animales principalmente) que luego se pintan de colores.
Igualmente, son muy conocidas las almendras tiernas de São Brás de Alportel, que se hacen en peroles de cobre, recuperando así una antigua tradición. Este municipio tiene una arraigada tradición pastelera: antiguamente existía en el oficio de doceira, mujeres a las que se contrataba cuando había una gran celebración, como una boda o un bautizo, para que elaboraran los dulces.
En Navidad se comen azevias, una especie de empanadilla frita que lleva almendra, canela, calabaza y batata, otro importante cultivo del Algarve. También llevan almendra los famosos dom rodrigos algarvíos, que tienen su origen en Lagos y se venden envueltos en papel de colores. Fue un dulce creado para complacer a un gobernador llamado Don Rodrigo, de ahí su nombre.
De Olhão son los figos cheios, higos a los que se añadía almendra, canela, chocolate, azúcar, hinojo y limón y que los pescadores de la zona utilizaban como fuente de energía para soportar las duras condiciones de su trabajo; y quienes vayan por Tavira deberían probar el bolo mimoso, una tarta elaborada con naranjas y almendras.