En un vídeo rodado al aire libre en medio del majestuoso paisaje de las montañas suizas, la leyenda del tenis Roger Federer y el actor danés Mads Mikkelsen se han unido para promocionar la belleza del otoño en Suiza.

Aficionado al tenis y famoso por su intensa presencia escénica, Mads Mikkelsen interpretó diversos papeles en producciones danesas antes de alcanzar el éxito internacional por su interpretación de Le Chiffre en Casino Royale en 2006. En la última campaña de Suiza Turismo, encarna con pasión y sensualidad el otoño suizo junto al ya famoso embajador, Roger Federer. Se puede ver a Mikkelsen abrazado a un árbol o a una vaca, trepando a la cima de un abeto o practicando yoga descalzo, todo ello después de zambullirse en las frescas aguas de un lago de montaña. «La intensidad del juego de Mads me impresionó», dice Roger Federer, «tiene una personalidad increíble, siempre muy concentrado en el set. En resumen, es un gran actor».

Mads, Roger y un anuncio nada común

Dirigido a los mercados europeos como Francia, Alemania, Italia, BeNeLux, Reino Unido y los países nórdicos, el nuevo vídeo de la campaña muestra a Roger Federer y Mads Mikkelsen intentando producir con humor un anuncio publicitario diseñado para mostrar las múltiples facetas del otoño suizo. «Me encanta el otoño y todos sus colores», se entusiasma Roger Federer. Coincidiendo con el lanzamiento de la campaña, se ha creado en Switzerland.com una página web dedicada por entero al otoño y a sus variadas actividades.

Una temporada turística consolidada

Suiza es generalmente conocida por sus temporadas de invierno y verano. Con esta campaña, Suiza Turismo está decidida a romper con este patrón estacional y hacer del otoño una época imprescindible para visitar Suiza. «Esta colaboración con Roger Federer y Mads Mikkelsen refleja a la perfección nuestra visión del otoño en Suiza: una estación que mezcla naturaleza, elegancia y tradición», explica André Hefti, director de Marketing de Suiza Turismo. El otoño dura ahora una media de 12 días más que en 1970. Suiza se está convirtiendo en un destino cada vez más popular en esta época del año, y los hoteles se están adaptando para permanecer abiertos más tiempo y satisfacer esta creciente demanda.

Otoño en Suiza

El otoño es una época de tradiciones centenarias, a menudo ligadas a la vida rural y a la cosecha. Es una oportunidad para participar en fiestas tradicionales y descubrir la artesanía local, al son del cuerno alpino, el acordeón o el canto del yodel. El 28 de septiembre, Morges acogerá la Noche de los espantapájaros, una fiesta que se celebra cada dos años durante la vendimia. La región del Ticino será protagonista el 13 de octubre con la fiesta de la castaña del Valle di Muggio, mientras que la tradicional Bénichon de Châtel-St-Denis se celebra el tercer fin de semana de octubre. Y no hay que olvidar los innumerables desfiles de vacas adornadas con flores, conocidos como los désalpes, en los que se baja a las vacas desde los pastos alpinos, que tienen lugar desde finales de agosto en todos los Alpes, desde Appenzell a Glarus y desde Charmey a la Fouly.

El patrimonio urbano y montañés de Suiza también puede descubrirse en el ambiente único de los Hoteles Históricos Suizos, tesoros que combinan tradición y modernidad, como el Steinbock Hotel Pontresina.

Turismo gastronómico y enológico

Caza, vendimia o brisolée, la temporada de vendimia también trae consigo una riqueza de sabores para descubrir y disfrutar, a pie, en bicicleta o en barco. Por ejemplo, la ruta vinícola de Suiza oriental, de Schaffhausen a San Gallo: un magnífico paseo en bicicleta por algunas de las zonas vinícolas más bellas de la Suiza de habla alemana. Los amantes del chocolate pueden aprovechar el Choco Pass de Ginebra, un paseo para descubrir las creaciones de los más grandes maestros chocolateros de la Ciudad de Calvino. Por último, nada como un crucero en uno de los barcos que navegan por el lago de los Cuatro Cantones para degustar una fondue o una raclette otoñal a partir del 25 de octubre, con las mejores vistas de las montañas circundantes.

Senderismo, imprescindible en otoño

Entre las actividades al aire libre, el senderismo es sin duda la más emblemática del otoño suizo. Desde bosques flamígeros hasta cumbres nevadas, tanto senderistas como ciclistas quedarán encantados con los rejuvenecedores senderos enmarcados en paisajes sobrecogedores: descubrir los alerces dorados a lo largo de la Vía Engadina, el sinuoso río Doubs bordeado de bosques vibrantes, o los coloridos viñedos del Valais. Los Swiss Bike Hotels, como el Matthiol Hotel de Zermatt, con sus garajes para bicicletas, servicios de reparación y menús especiales para entusiastas del deporte, ofrecen la infraestructura perfecta para excursiones energizantes, cerca de rutas e itinerarios de bicicleta de montaña. Para ayudar a los visitantes a planificar sus excursiones en el mejor momento posible, el mapa del follaje reúne varios centenares de webcams en una sola página web, para que puedan seguir la evolución de la naturaleza y los colores en tiempo real.

En caso de mal tiempo

Cuando el tiempo empeora, balnearios, museos, hoteles y restaurantes invitan a disfrutar de los placeres de las actividades de interior, ya sea en la ciudad o en el campo. Cerca de Berna, el restaurante Landgasthof Schönbühl, regentado por la familia Gerber desde hace cinco generaciones, ofrece cocina local y refinada. Moderno y audaz, el hotel Greulich de Zúrich, uno de los numerosos Boutique & Design Hotels, promete una escapada urbana en pleno corazón de Zúrich.

En latitudes más meridionales, a las puertas del Valle Maggia, el Termali Salini Spa de Locarno es un remanso de paz y relajación. Perfecto para un lluvioso día de otoño, como lo es explorar las colecciones de la Fundación Beyeler y sus magníficos jardines.

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