Con sus precios más bajos, clima agradable y menor desplazamiento de turistas, el otoño es una de las mejores épocas del año para viajar. Por ello, los expertos de Travelzoo, que ofrecen experiencias exclusivas de viaje, han seleccionado los destinos más cautivadores del mundo para vivir la magia del otoño.
Desde los bosques encantados de la Selva Negra en Alemania y los paisajes míticos de Escocia, hasta la sorprendente belleza de la sierra de Madrid, la paleta de infinitos colores de Japón y el sabor de película de la Costa Este de Estados Unidos, el espectáculo que brinda la naturaleza en esta estación hace que viajar a estos lugares sea una experiencia de viaje única.
Los jardines de Japón
Gracias al impulso de los Juegos Olímpicos y la debilidad del yen ante las divisas extranjeras, Japón ha aumentado su atractivo como destino turístico en los últimos años. Y viajar al País del Sol Naciente en otoño es todavía más satisfactorio en los meses de otoño, cuando el clima es muy agradable, el turismo internacional y los precios disminuyen pero, sobre todo, gracias al “koyo” -el término japonés que denomina la paleta de infinitos ocres, naranjas y rojos que tiñe casi cada rincón del país. En la ciudad de Okayama, los inmensos jardines Korakuen, con sus casas de té, lagos, cascadas veredas y masas de alces, cedros y cerezos, es un festival para los sentidos; y en Tokio, los jardines Rikugien, cuyos orígenes se remontan al periodo Edo, y los jardines de Ninomaru, anexos al Palacio Imperial, encapsulan la espectacular y relajante belleza del otoño japonés.
El Hayedo de Montejo (Madrid)
El Hayedo de Montejo, ubicado en el corazón de la bellísima Sierra del Rincón, en el noroeste de la Comunidad de Madrid, se encuentra en una antigua dehesa de hayas, robles, albares y rebollos de las más meridionales de Europa, por lo que fue declarado por la UNESCO Patrimonio Natural. Para preservar su delicado equilibrio natural, su visita es solo posible mediante reserva previa, y es en otoño cuando el hayedo de Montejo alcanza su mayor belleza, con la caída de la hoja de sus centenares de hayas, que cubren como en una alfombra todo el territorio protegido. Hay varias rutas habilitadas, cuyos itinerarios cambian según el momento del año. La más exigente -solo accesible para veinte personas- es la de la Ladera (también conocida como la del Mirador); y la más sencilla -y muy completa, pues muestra la mayoría de los ambientes del hayedo- es la Senda del Río, que corre paralela al curso del río Jarama y que es accesible para personas en sillas de ruedas y para carritos de bebé.
La Selva Negra (Alemania)
El sistema montañoso de media altura más grande de Alemania está en el estado de Baden-Württemberg y sus bosques son tan frondosos que, desde lejos, parecen de color negro. Esa es la razón del nombre de la mítica Selva Negra, un auténtico escenario de cuento de hadas declarado Parque Nacional y Reserva de la Biosfera, y que se extiende por más de 10.000 hectáreas que encierran todo un tesoro de biodiversidad: una gran variedad de parajes -bosques, ríos y lagos, desfiladeros, cascadas, praderas…-, que, en otoño, explota de color y en los que habitan especies tan raras como el halcón peregrino, el ave más veloz del mundo, o el búho pigmeo euroasiático, el más pequeño de Europa. Y visitar la famosa cervecería Rothaus y tomar una cerveza Tannenzäpfle, producida aquí y una de las más famosas de Alemania, es una manera ideal de recuperar fuerzas tras hacer una ruta repleta de la magia del otoño.
Condado de Pertshire (Escocia)
A una hora y media en coche desde Edimburgo, Perthsire presume con razón de ser el condado escocés donde mejor luce el otoño -y eso, en Escocia, es mucho lucir. Tal vez el clima pueda ser exigente, pero eso hace aún más auténtico el disfrute de parajes naturales bellísimos como el lago Tummel, donde está el mirador Queens View, uno de los más famosos de Escocia, y que regala una espectacular panorámica del otoño escocés, hacia la cumbre del monte Schiehallion. Pero la verdadera joya otoñal de Pertshire es es el seto Meikleour Beech Hedge, en Blairgowrie, formado por docenas de hayas y que, con sus 530 metros de longitud y 30 de altura, es el seto más alto y largo del mundo. Todo un espectáculo.
Vermont (Estados Unidos)
En la esquina más septentrional de la Costa Este de los Estados Unidos, el coqueto y poco conocido estado de Vermont tiene su momento álgido durante el otoño, cuando los miles de kilómetros cuadrados de bosques se convierten, durante unas semanas de septiembre y octubre, en una bóveda carmesí. La mejor y más cinematográfica manera de disfrutar de este espectáculo de la Naturaleza es en coche: hay 10 carreteras panorámicas, con una longitud de 28 hasta 700 kilómetros, que son perfectas para ello.. Estas rutas -la más famosa de todas es la Scenic Route 100- cruzan tupidísimos bosques de hayas, alces y robles, numerosas áreas de descanso que sirven como punto de partida de rutas senderistas, y pasan por pueblos tradicionales, puentes cubiertos de madera, antiguas fábricas de madera reconvertidas en centros culturales y comerciales… Puro sabor americano.