La situación geográfica de las Landas, protegidas por los Pirineos, le otorgan en un microclima que apacigua los vientos atlánticos. Su costa de 120 kilómetros, se convierte en una privilegiada playa con dunas que fronterizan con sus acogedores pueblos. Esta zona de la región de Nueva Aquitania, se ha convertido en una de las más cotizadas para el buen vivir.

Lo que en principio era un enorme pantano por el que se movían los pastores,  subidos en zancos,  empezó a cambiar a mediados del s. XIX. El promotor de su transformación fue Napoleón III,  cuando en sus viajes a Biarritz para construir el Palacio, capricho de su esposa, Eugenia de Montijo, cruzaba el inhóspito territorio. Le inquietaba el desperdicio de la vasta extensión que prácticamente no servía para nada. Se puso manos a la obra y siguiendo el proyecto de su abuelo Napoleón I, que ya lo tuvo en mente,  materializó una gigantesca plantación del estilizado pino marino, pinus pinaster, de 20-35 metros de altura, destinada a secar el suelo y hacerlo habitable y rentable.

Arquitectura vasco-landesa

Las Landas se convirtieron en una bella región, dibujada por el bosque, las dunas y el mar. Sus pueblos,  situados tras la barrera de dunas,  completan la belleza del escenario presumiendo de su exclusiva arquitectura vasco landesa. Estilo que nació gracias al jugador de rugby, mas tarde promotor,  Alfred Eluère, quien escogió arquitectos de la talla de los hermanos arquitectos  Benjamín y Louis Gomez, famosos ya por sus obras en Biarritz, entre otros.  Y fueron los hermanos Gómez junto con el pintor y arquitecto Henri Godbarge los que construyeron el Hotel du Lac y el Casino Deportivo, el primero que contó en Francia con un Jai Alai y que aún sigue testimoniando aquellos tiempos, cuando empresarios, pintores, o escritores como el jurista e historiador Máxime Leroy,  se establecieron en Hossegor. Entreguerras unas cuatrocientas mansiones vasco landesas dieron vida a Las Landas sureñas. Tenían en común la estética art-deco que primaba en aquella época, matizadas por el sello regional, la identidad landesa y gascona. A las blancas fachadas les enmarca vigas y postigos de madera,  pintados en rojo,  azul o verde. Balcones en voladizo y relieves de estuco adornan las paredes. Un bello detalle es como engalanan el ático con vigas de colores que emulan los helechos que cubren sus bosques. A las villas de verano que miran al mar,  hay que añadirles pabellones abiertos que ofrecen vistas marineras y el disfrute de su benigno clima.

Las formas del agua

El entorno natural de Las Landas es una maravilla. Un ejemplo de ello es la Reserva natural Marais d´Orx,  cuyas digas (caminos de arena) y plataformas de madera ganados al agua, se suceden por el bosque pantanoso,  idílico para avistar aves de las 242 especies que allí anidan. Están los gansos, grullas, águilas pescadoras. Sin embargo, la protagonista de la reserva, es la espátula blanca.

El agua riega la región y lo hace en diferentes formas. Su río es el Adour, y los lagos de Marais d´Orx son solo algunos de los muchos que se salpican por la zona y que suelen estar a espaldas de las playas. La gente puede bañarse en agua salada o dulce en cuestión de pocos metros. Para estanques,  el del Estanque Negro que se llega por un camino de hadas, mientras que el Estanque Blanco en Seignosse, se observa desde el Hotel Restaurante Villa de l´Etang Blanc,  con restaurante estrella Michelin a cargo del chef David Sulpice.

Cuando Napoleón III abrió el canal de Hossegor al mar, este se volvió salado. Y si al principio no pareció una idea bien pensada, ahora el canal es un magnifico criadero de ostras que termina en los bares de sus orillas donde degustar un vino blanco con ostras absolutamente deliciosas.

Un vivir placentero

Tierra con cabida para todos. Personas mayores que van a disfrutar de su retiro en un clima y paisaje benigno. Los jóvenes, amantes del surf , encuentran un paraíso para dar rienda suelta a su deporte favorito en esos mares. De hecho,  la playa de seis kilómetros de Seignosse, es una de las mejores de Europa, donde se celebra el campeonato mundial de surf.  Y se dice que los landeses que viajan por el mundo,  vuelven a casa y algunos hacen de su sueño una realidad. Tal es el caso de Hejmo Hostel en Hossegor,  proyecto de dos matrimonios landeses,  con habitaciones para dos, cuatro,  y literas para hasta ocho personas,  con espacio de coworking, bicicletas para playa y bosque, tablas de surf, y sesiones de yoga, pilates… a la medida.

Paseando por el puerto

El puerto del sur de Las Landas antes se encontraba en Vieux Boucau,  un lugar precioso con su lago correspondiente al lado de la playa, plaza de toros, frontón, y el bosque a sus espaldas. Sin embargo, el puerto actual está en Capbreton. Allí atracan cada mañana los pescadores que vuelven de la pesca con un botín de primera, del que sobresalen los chipirones, una de las especialidades landesas , al igual que el foie, el floc- licor de merlot, cabernet sauvignon y armañac, o las afrodisiacas ostras.   Caminando por La Estacada de Capbreton, que tiene un faro a cada lado, se observa alguno de los bunkers, puntos de vigilancia de la segunda guerra mundial. Y hablando de Capbreton,  es un coqueto pueblo típico vasco landes en el que destaca La Casa del Rey del s. XV. Un pueblo marinero , coqueto y amable, perfecto para veranear o , como hacen muchos jóvenes, irse a trabajar los seis meses de verano y el resto del año viajar, descansar o perder deliciosamente el tiempo. Los landeses tienen esa amabilidad natural que da el vivir tranquilo en un lugar que ofrece unas posibilidades de cotidianidad excelentes .

Dax o el Art-Deco

La capital de Las Landas, Dax es una ciudad balneario, famosa por sus aguas termales. Pero también se caracteriza por ser la gran exponente del Art Deco , especialmente en el Hotel Splendid, obra de Andrè Granet, arquitecto de palacio,  y de los landeses Albert Pomade y Jean Prunetti. Está considerado monumento histórico y tras su apertura en 1929 fue el lugar de moda de la época. Había gente que se desplazaba a Dax con el único propósito de alojarse en el hotel. Con el paso de los años el hotel fue necesitando un lavado de cara . Tras la intensiva restauración que no le ha hecho perder ni un ápice de su glamour Art Deco, el Splendid se reabrió en 2018.  Sigue la impresionante cascada de luz que preside el hall y las habitaciones están tapizadas y amuebladas en el mas puro estilo Art Deco. Sin obviar los maravillosos mosaicos restaurados por la artista Danielle Justes. Otras obras de Art Decó de Dax son el auditorio de Atrium y su restaurante la Grande Brasserie , ejemplos glamurosos del mismo estilo arquitectónico.

Hay una estatua de un legionario anónimo con su perro frente a la Catedral de Nuestra Señora de Dax que hace honor a la leyenda del legionario romano que vio curarse a su can enfermo,  nada más llegar a Dax. Al investigar sobre lo que pensó un milagro, llegó a la conclusión que la causa eran esas aguas medicinales que hoy han convertido a Dax en una ciudad balneario. Entre las tradiciones de la capital de Las Landas, siguen las corridas de toros en la plaza estilo morisco. Una dulce y feliz despedida es rendir visita a la tienda de magdalenas más deliciosas y naturales que se puedan imaginar en Les Madeleines de Dax,  a cargo de la quinta generación de la familia Cazelle.

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