La gastronomía ecuatoriana es tan diversa como el propio país. Santiago Granda, subsecretario de Promoción del Ministerio de Turismo de Ecuador, nos lleva en un recorrido por la diversidad culinaria del país, resaltando su historia, tradiciones y la importancia del cacao ecuatoriano en el mundo.
Granda comienza destacando que las cuatro regiones principales, Costa, Andes, Amazonía y Galápagos, ofrecen una riqueza culinaria inigualable. “Cada región aporta ingredientes autóctonos, como el plátano, el maíz, el cacao y una vasta variedad de mariscos y carnes, fusionando tradiciones ancestrales con influencias modernas”, explica. Este enfoque ha posicionado a Ecuador como un destino emergente en la gastronomía mundial, donde la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza son pilares fundamentales.
Recorridos gastronómicos imperdibles
Granda recomienda varios tours gastronómicos para quienes buscan una experiencia culinaria auténtica. La Ruta Iche en Manabí ofrece un recorrido por más de 40 establecimientos que revelan la historia ancestral de la cocina local, incluido el uso del Horno Manabita, declarado Patrimonio Inmaterial del Ecuador. Además, el Museo del Cacao en Guayaquil nos transporta a 5,500 años de historia, mostrando el legado del cacao, cuyo origen es ecuatoriano. “Es fascinante ver cómo la cultura Mayo Chinchipe domesticó el cacao por primera vez en el mundo”, afirma Granda.
Cuenca, recientemente nombrada Culinary Capital del mundo, se suma a la lista de destinos imprescindibles. Según Granda, sus mercados, restaurantes y cafeterías ofrecen una rica oferta culinaria que fusiona lo tradicional y lo contemporáneo. En Quito, la capital de la alta gastronomía del país, se destaca una variada oferta de restaurantes fine dining que combinan cocinas locales e internacionales, con una mención especial a los dulces tradicionales del centro histórico.
La Amazonía, por su parte, cautiva con sus cocinas ancestrales. Granda señala que la preparación de platos como la uchumanka o el maito nos transporta a tiempos precolombinos. “Es una oportunidad única de experimentar la historia a través de la comida”, añade.
Finalmente, en la costa, la influencia afroecuatoriana da vida a platos con mariscos, plátano verde y coco, siendo los encocados de Esmeraldas y el encebollado dos de los más representativos.
El cacao ecuatoriano: un legado ancestral y mundial
Para Santiago Granda, el cacao ecuatoriano no solo es un producto de exportación, sino un tesoro cultural. “El descubrimiento de vestigios de cacao en Santa Ana de Palanda cambió la historia del cacao a nivel mundial, demostrando que Ecuador es el lugar de origen de este fruto”, afirma. Desde tiempos precolombinos, el cacao ha sido fundamental en ritos y ceremonias, y hoy sigue siendo un emblema de la identidad ecuatoriana.
Ecuador es reconocido por la calidad de su cacao, especialmente por variedades como el cacao nacional y el CCN51, valorados por su sabor y aroma excepcionales. “En 2005, nuestro cacao fue reconocido mundialmente, y en 2017 se declaró Patrimonio Cultural Nacional Inmaterial del Ecuador”, subraya Granda. Además, el cacao ecuatoriano se ha consolidado como un referente global, con experiencias que van desde catas hasta menús gourmet.
Platos para deleitarse en Ecuador
Granda finaliza recomendando algunos platos imprescindibles para los visitantes. El encebollado, una sopa de pescado con yuca y cebolla, ha sido reconocida como una de las mejores del mundo, mientras que la variedad de ceviches y platos con plátano verde —como el bolón y las empanadas de verde— ofrecen una explosión de sabores. Además, los platos tradicionales de cerdo en los Andes, como el hornado y la fritada, y los postres típicos como el helado de paila y el arroz con leche, son infaltables para completar la experiencia gastronómica.
Ecuador, con su riqueza natural y cultural, invita a los viajeros a descubrir sus sabores únicos, reflejo de una tradición que perdura y se renueva con el tiempo.