A una hora de Berna y a dos de Zúrich, Interlaken es el techo de Europa, la región más elevada del cantón suizo de Berna y el nombre de su capital, una pequeña ciudad a orillas del río Aare que debe su nombre al hecho de encontrarse entre dos lagos: los de Thun y Brienz. Además, es uno de los destinos preferidos por los amantes de los deportes de aventura, estén o no en forma. Porque aquí todo está diseñado para disfrutar de experiencias divertidas en la naturaleza, independientemente de la edad, la condición física e incluso del presupuesto disponible. Así que vamos a dirigir nuestros pasos hasta Interlaken después de aterrizar, procedentes de Madrid, en el aeropuerto internacional de Zúrich.
Una naturaleza feroz
En Interlaken todo está listo para recibir al viajero, no importa que sea verano o invierno, otoño o primavera. Aquí nos espera un territorio que inspira y relaja y que nos va a sorprender con sus magníficos lagos, no olvidemos el nombre de la región; sus picos nevados; sus espectaculares castillos, sus esculturas de hielo, sus miradores que brindan panorámicas de postal, con sus trenes y teleféricos en lo más alto de las montañas, ideales para quedarse con la mente en blanco… y su gama casi infinita de actividades vinculadas a esta naturaleza tan feroz como civilizada.
Entre los lagos Thun y Brienz
El tren que llega a Interlaken parte desde la misma terminal de pasajeros del Aeropuerto de Zúrich y, en apenas un abrir de ojos, ya estamos allí, envueltos por la belleza de esta región situada en el corazón de los Alpes suizos. Los lagos Brienz y Thun son los grandes anfitriones del lugar, junto al pico Jungfrau, también conocido como el ‘Top of Europe’, y son muchos los atractivos y actividades que, en torno a ellos, esperan al visitante.
Degustar (y elaborar) chocolate
Para entrar en calor en medio de este frío paisaje, nada mejor que degustar una buena taza de chocolate suizo, uno de los productos gourmet más icónicos del país. Pero hay algo mejor. Y es preparar el chocolate uno mismo, de manera artesana, paso a paso, en el Funky Chocolate Club. Así, antes de meternos en la aventura propiamente dicha de Interlaken, vamos a degustar un delicioso chocolate como colofón a uno de los talleres que demuestran al viajero, con el delantal ya puesto, por qué es tan especial el chocolate en este país. Y la sorpresa es que te podrás llevar varias tabletas decoradas a tu gusto, seguramente para dedicárselas a esa persona tan querida que no ha podido acompañarte en tu viaje a Suiza.
Y si esta experiencia relacionada con el chocolate nos abre el apetito, incluso el de conocer más y más sobre este dulce manjar, te proponemos disfrutar de la experiencia ‘Chocolate Fondue Float’. Está disponible de septiembre a abril y consiste en degustar una deliciosa fondue de chocolate mientras se navega por el lago Brienz hasta adentrarse en las aguas del río Aare. Una manera muy original de conocer los secretos del chocolate.
Jungfrau, ‘el techo de Europa’
Pero Interlaken es conocido, especialmente, por sus macizos montañosos, especialmente el de Jungfrau, y por sus célebres estaciones de esquí, como las de Lauterbrunnen, Wengen, Murren y Grindelwald. Para los que gustan de reconocer los picos más sobresalientes, hay que decir que hacia el este, al otro lado del lago Thun, divisaremos la cima del Niesen (2.362 m.); hacia el norte, la barrera boscosa del Harder (1.306 m.), al este, el Rothorn de Brienz (2.350 m.), y al sur, se alza majestuoso y brillante, con sus espectaculares glaciares, el Jungfrau, “el techo de Europa”, con sus 4.158 metros de altitud.
Merece la pena detenerse en Grindelwald, uno de los destinos predilectos de los amantes de la montaña de todo el mundo. El pueblo del Eiger es ideal para realizar todo tipo de deportes en la naturaleza, con la ventaja de que a muy corta distancia se halla la estación de Wengen, desde donde se puede iniciar el viaje en tren hasta el Jungfraujoch con unas vistas que quitan el sentido.
Un paseo por Interlaken
Antes de subirnos a las alturas, también tenemos la opción de dar un agradable paseo por las calles de Interlaken, descubrir la arbolada Avenida Hoheweg, disfrutar con sus bonitas tiendas y contemplar sus elegantes hoteles, que parecen sacados de la Belle Époque. En uno de los extremos de esta calle, se pueden ver lo que queda de la construcción original de un convento de agustinos fundado en el siglo XII y que se ha ido reconstruyendo con el paso del tiempo.
Unterseen es el corazón del barrio antiguote Interlaken y aquí hay casas antiguas de madera y una iglesia reconstruida con su estructura original, que data del siglo XV. Y en esta zona, en un edificio del siglo XVII ubicado en el número 26 de la Oberegasse, junto al castillo barroco, se halla el Turistik Museum der Jungfrauregion, donde se documenta la historia del turismo en la región.
El tren más alto de Europa
Ahora sí podemos encaminarnos hacia lo más alto, es decir, hasta el grandioso macizo de Jungfrau. Y, aunque se puede subir en un rápido y moderno funicular, existe un ferrocarril histórico, que sigue en funcionamiento y que es todo un clásico para los amantes de experiencias con pedigrí. Fue construido entre 1896 y 1912 y es el tren más alto de Europa, con pendientes que llegan a ser hasta de un 25%. Toda una proeza de la ingeniería.
Apuesta por el transporte público
Para no perder un solo minuto entre subidas y bajadas, porque aquí el tiempo es oro y se mide como tal, conviene apoyarse en la empresa de transportes local, Jungfrau Railways, que ofrece todo tipo de facilidades para que el viajero pueda programar y descubrir la región durante todo el año. El transporte público representa la mejor forma de viajar, sobre todo por esta zona de Suiza, y por eso, el Jungfrau Travel Pass está disponible durante todo el año, con viajes ilimitados de 3 a 8 días a todos los destinos y un precio especial para el viaje al Jungfraujoch – Top of Europe, la estación de tren a mayor altura del continente, que ha sido catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Esquí, senderismo y trineo
Los amantes del esquí tienen a su disposición el forfait Jungfrau Ski Region, que les permite disfrutar de tres estaciones (Grindelwald-Wengen, Grindelvwald-First y Murren-Schilthorn). Existe la posibilidad de comprar el forfait de esquí o el forfait de senderismo y trineo, que es algo más barato, si bien ambos incluyen el tren desde Interlaken Ost hasta Grindelwald o Lauterbrunnen.
La región de Interlaken y Jungfrau Railways se han puesto de acuerdo para que cada visita y cada actividad turística sea inolvidable parta el viajero. Y no es tan difícil, ya que Interlaken es una región de cuento con unos alrededores de cine y Jungfrau Railways se adentra en los espacios naturales más escondidos.
Comer a 2.200 metros de altura
Pero no todo se ciñe a la adrenalina de la aventura. También merece la pena hacer una pausa y reponer fuerzas en alguno de los restaurantes y tabernas que también hay en lo alto. Es el caso de la posada de First Mountain, situada a 2.200 metros de altitud, que cuenta con capacidad para 650 comensales y que tiene una vistas espectaculares de los glaciares y valles suizos.
Recorrer el interior del Palacio de Hielo
Y de postre (o aperitivo), nada mejor que recorrer el interior del Palacio de Hielo construido en 1930. Se visita en unos 45 minutos y está adornado con esculturas talladas creadas por diferentes artistas. Es verdaderamente impresionante caminar entre sus paredes heladas. Por eso, es uno de los planes más espectaculares que se pueden experimentar en la región.
Spiez, una joya junto al lago Thun
Hay que sacar tiempo de donde sea para visitar ciudades tan bonitas como la vecina Spiez, una verdadera joya en las orillas del impresionante lago Thun. Dicen que su bahía es una de las más bonitas de Europa. Lo cierto es que tiene mucho encanto y sólo recorriendo sus calles uno percibe que ha traspasado la barrera del tiempo, especialmente si nos adentramos en su castillo. Merece la pena visitar el Museo de Historia Local y Viticultura y, de paso, degustar el sabroso vino local de Spiez. Porque no hay que olvidar que aquí existe una tradición vinícola que se remonta al siglo XIII y que en los alrededores de la ciudad se halla la segunda bodega más grande del cantón de Berna.
Empaparse en las aguas del lago
Los lagos también esperan su momento de gloria y es que son muchas las actividades que podemos hacer en el agua, desde un relajante paseo en barco hasta practicar deportes acuáticos a bordo de un kayak o practicando stand up paddle, esquí acuático o windsurf. Y si te gustan las emociones fuertes, podrás descargar una buena dosis de adrenalina si contratas un paseo en el Jet Boat, una experiencia tan divertida como recomendable.
Tienes que saber que es el momento de empaparse, literalmente, con las aguas del lago, y sorprenderse con divertidas cabriolas, siempre controladas y seguras, eso sí. Te facilitan un chubasquero que cubrirá todo tu cuerpo para que no mojes tu ropa, pero seguro que las salpicaduras te llegarán al rostro. Así que no te pierdas la sensación de sentir el agua helada en la cara, mientras ríes y el conductor del barco te hace fotos y hasta vídeos que después te servirán para recordar la experiencia.
Otras opciones para disfrutar
Si piensas que te puedes marear, algo improbable, también puedes optar por el Hot Tug, un jacuzzi flotante en el lago Brienz que, desde su inauguración, ha ampliado su oferta a tres barcos, debido a la alta demanda. O por el Sauna Boat, que te permite disfrutar de una relajante sauna mientras navegas por el lago Thun y con las espectaculares vistas a las montañas que lo rodean.
Parapente en el paraíso
¿No has subido nunca en parapente? Suiza te invita a que tu bautismo lo celebres en su territorio y nada mejor que en lo que consideran el paraíso de Interlaken. Desde esta localidad, en una gran pradera rodeada de montañas, se ve cómo aterrizan mecidos por el viento infinidad de parapentes. Son los monitores que llevan a sus viajeros por el aire. Una gran parte de ellos son primerizos en el arte de volar. Y salen encantados.
Así que toca ser valientes y demostrar que podemos sobreponernos a las emociones fuertes. Sólo es necesario seguir las sencillas instrucciones que nos facilitará el conductor del parapente. Únicamente hay que correr hasta estar en el aire. Después, sólo hay que disfrutar de la maravilla de volar como un pájaro sobre un paisaje verdaderamente mágico y extraordinario. Y es que en esta región de Suiza, es muy fácil conseguir moverse a merced del viento y elevarse incluso espiritualmente. Porque Interlaken, ya lo hemos dicho, está muy cerca del cielo.