Sorprendente y desconocido. Así es este estado mexicano, vecino de CDMX, que sorprende a los viajeros más experimentados por sus encantos arqueológicos, sus preciados secretos naturales,  su gastronomía tradicional y su ingente acervo cultural. topVIAJES se adentra en estas tierras en un recorrido que pone de manifiesto el eslógan promocional del  estado: “Hidalgo tiene algo”.

El estado de Hidalgo, con una extensión que es dos veces el tamaño del Principado de Asturias, es uno de esos lugares que aunque normalmente no acapara las portadas de las revistas de viajes, tiene la facultad de conquistar al viajero gracias a una serie de valiosos atributos más que arraigados a las raíces de esta nación, que muchos desconocen y que pocos consiguen olvidar una vez que llegan hasta estas tierras. Este estado mexicano, que acertadamente ha decidido por fin contar con la prensa internacional para su promoción,  alaba lo genuino y ha sabido huir de la globalización salvaguardando invaluables secretos que han hecho de nuestro periplo un grandísimo viaje.

Tierra de libertad y de pulque

Hidalgo es la cuna de la independencia mexicana. En uno de sus pueblos, concretamente en Huichapan, se dio por primera vez el Grito de Independencia desde el balcón del célebre edificio El Chapitel. Tal hecho ocurría el 16 de septiembre de 1812 en un ambiente festivo en el que la artillería descargaba sus armas, justamente dos años después de que el cura Miguel Hidalgo incitara al pueblo de Dolores, Guanajuato, a levantarse contra el Virreinato de la Nueva España para conseguir el bien más preciado: la libertad.

Pero en Hidalgo si hay actualmente algo muy preciado, es el pulque, esa delicia mítica llamada el néctar de los Dioses, típica de México junto al tequila y al mezcal, que se consume desde tiempos prehispánicos y cuyo mayor productor es el Estado de Hidalgo. Proveniente de la fermentación del aguamiel (mucílago) que se extrae el maguey pulquero, a esta bebida etílica se le atribuyen sendos beneficios para la salud y constituye uno de los emblemas más relevantes de la gastronomía local puesto que de los Llanos de Apán y del Valle del Mezquital hidalguenses han salido desde siempre los mejores pulques del país. Así es como en los últimos años se ha promovido la Ruta de las Haciendas Pulqueras, un fascinante recorrido donde acercarse a este elixir, que en conjunción con la tradicional cocina local es toda una experiencia.

El acueducto del virreinato

En plena Altiplanicie Pulquera, en los alrededores del pueblo de Zempoala, se encuentra la obra hidráulica más importante de la era colonial en América. Con 400 años de antigüedad y 48 kilómetros de largo el conocido como “Acueducto del padre Tembleque”, hace parte del listado de Patrimonio de la Unesco.

El complejo hidráulico está constituido por una zona de captación de aguas y fuentes, una red de canales, un conjunto de depósitos y una serie de puentes-acueductos, uno de los cuales ostenta la mayor arcada de un solo nivel jamás erigida. Su construcción se realizó entre los años de 1555 y 1572, y fue edificada bajo la tutela del fraile Francisco de Tembleque -sí, originario de Tembleque, Toledo- para abastecer de agua a pequeñas poblaciones del Altiplano entre Hidalgo y México. Se trata de una construcción única que se aleja de los grandes centros urbanos donde el tiempo, la memoria y  los legados ancestrales se funden en el corazón de Hidalgo, transportándonos por momentos a la escena más fascinante de una  gran película.

La “luz” que encandiló a los ingleses

Desde la época prehispánica existía ya cierta tradición minera en esta región rica, entre otros, en oro, plata, cobre y zinc. Sin embargo, no fue hasta la llegada de los españoles que se dio inicio a esa época de extracción minera que tanto dinero dio a la región, y que terminaría decayendo por dificultades en la extracción.

Con la revolución industrial, los mineros ingleses intuyeron ese “filón” que podría convertirse en una suculenta fuente de ingresos, así, estas tierras, otrora de toltecas, verían desembarcar en 1824 a varias familias provenientes de Cornualles acompañados de la maquinaria más avanzada que existía en ese momento para la explotación minera. El legado de los ingleses ha terminado siendo parte del patrimonio local y de la cultura de Hidalgo, y en algunos casos, son verdaderas atracciones turísticas. Tal es el caso del Cementerio Inglés del municipio de Mineral del Monte, que con su aire nostálgico y sus lápidas verticales transporta al visitante a otra dimensión en el tiempo y el espacio.

No deja de ser curioso que una de las recetas más emblemáticas de Hidalgo sean los llamados “pastes” (del inglés Cornish Pasty), unas masas rellenas originalmente de papa y puerro, muy habituales en las humildes comidas de los mineros de Cornwall, pero que con el tiempo se han ido adaptando a todo tipo de rellenos mexicanos. Es tan popular el paste, que la empresa más grande de ellos, Pastes Kiko’s, cuenta con franquicias por todo el territorio nacional e  incluso en Texas y Nueva York.

La principal plaza de Pachuca ostenta una gran torre conocida como el Reloj Monumental, cuyo número IV está escrito erróneamente a propósito (IIII), ya que era el distintivo de la fábrica que lo construyó -la misma que hizo el reloj del Big Ben de Londres-. Vínculos con Inglaterra aparecen en este destino constantemente, y no es tampoco casualidad que el edificio donde actualmente se encuentra el Palacio Municipal perteneciera a un rico minero británico llamado Francis Rule, conocido como “El Rey de la Plata”. Construcción que por cierto,  también fue sede del Tribunal Superior de Justicia y del Ayuntamiento. De la misma manera, la influencia inglesa hizo posible que en 1892 surgiera aquí el primer equipo de fútbol del país, que en la actualidad es el Pachuca. Nombre que nos resulta familiar porque en la División Femenina de este club jugara hasta hace poco nuestra Jennifer Hermoso. En este estado también se jugaron los primeros partidos de tenis del país , y por supuesto, de cricket.

El mural más grande del mundo

Pachuca de Soto, o la Bella Airosa como aquí se le conoce a la capital del estado por los fuertes vientos que sobre ella recaen, cuenta entre sus atractivos con el que está catalogado como “el mural más grande del mundo”, todo un modelo de intervención social del entorno del barrio Colonia Palmitas. Con la técnica del grafiti las fachadas de 209 casas -en las que habitan unas 450 familias- fueron pintadas de colores con la participación activa de la comunidad consiguiendo un llamativo “mural” de 20.000 m2, que ha servido para regenerar el tejido social y ha contribuido a fortalecer la identidad de un vecindario muy castigado por la violencia. Todo un espectáculo visible desde varios puntos de la ciudad.

Todo va a la cazuela

Santiago de Anaya es otro de esos lugares a tener en cuenta en la agenda. Si bien la gastronomía mexicana es Patrimonio Mundial, en este pueblo existe una especial devoción por las recetas exóticas -quizás las más curiosas del recetario nacional-, y que en muchos casos son todo un reto para los más foodies. Aquí suelen afirmar que “todo lo que se arrastra, corre o vuela, va a la cazuela”, y es que animales y plantas, fruto de la diversidad del estado, son requeridos por cocineros o chefs: tlacuache (zarigüeya), caracoles,  escarabajos, los chapulines (saltamontes), la ardilla,  los escamoles (larvas de hormiga), gusanos de maguey, hongos silvestres, extrañas y coloridas flores, pencas y otras muchas especies llegan a los platos salpicados y aderezados con chiles de todo tipo y preparadas salsas. A las cocineras tradicionales se les ha dado el valor y el reconocimiento que merecen humana y profesionalmente e incluso han llegado a representar en festivales internacionales la riqueza gastronómica del recetario hidalguense; de hecho, se está trabajando en un censo para saber exactamente la cantidad de cocineros de un estado que se estiman por ahora 1.500 cocineros tradicionales.

Ni charro sin caballo, ni caballo sin charro

La charrería, el deporte nacional mexicano por excelencia, conseguía convertirse en 2016 en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.  Se trata de un arte ecuestre que encontró su cuna en las haciendas de Hidalgo, y que mediante la ejecución de disciplinas y habilidades de doma, hombre y caballo dejan latente la conexión existente entre ellos. Las llamadas suertes charras, que conforman los pilares de este deporte, son ejecutadas por ellos, los charros, con su amplio sombrero y su chaqueta corta decorada, y por ellas, las escaramusas, dibujando con elegancia y pintando con maestría todas sus facultades vaqueras. Lo hacen sobre los célebres lienzos charros, esos recintos que se extienden a lo largo y ancho de la geografía mexicana donde el espectáculo está servido con música y tequila. Pachuca, cuenta con el Lienzo Cuna de la Charrería, el más grande del país y al que cualquier visitante a esta ciudad ha de acudir a sus espectáculos.

Sueños de color turquesa

Un río con aguas turquesas y con temperaturas que pueden alcanzar los 38º centígrados, reviste entre abruptas montañas un paisaje de antología, realmente idílico. Estamos en Tolantongo,  uno de esos lugares con el que cualquier fotógrafo sueña, en el municipio del Cardonal. Aquí, entre un conjunto de cuevas pletóricas en estalactitas y estalagmitas, se forma un río que por el alto contenido de minerales que desde las entrañas de la tierra arrastra, presenta un color de tonalidad turquesa intensa cuyo cauce regala a los ojos la magia del color. Las pozas termales que va formando en su recorrido conforman una de las atracciones más demandadas (e “instagrameables”), eso sí, recomendamos llegar a primera hora de la mañana para disfrutar del paraje sin muchos visitantes.

La plata y el Conde de Regla

Huasca de Ocampo, a 30 minutos de Pachuca y a 2 de Ciudad de México, es una población ubicada sobre el llamado Corredor Turístico de la Montaña que fue el primer sitio turístico en obtener el nombramiento de Pueblo Mágico en México, en el año 2001. Como está implícito, un Pueblo Mágico es ese sitio con magia donde la naturaleza y la mano del ser humano se conjugan armoniosamente y cuyo resultado se traduce en un lugar acogedor para pasar una estadía en un ambiente pintoresco de provincia. Y aquí, el hermoso pueblo, la naturaleza y, como no, las haciendas emblemáticas e históricas forman un conjunto excepcional. La naturaleza regala un espectáculo único, unas columnas naturales de piedra con varias caras que se conocen como Prismas Basálticos. Unas formaciones de lava fría que hacen parte del único trío que de ellas existe en el mundo junto con las de Hawai y las de Irlanda del Norte.

La vida económica y social de Huascazaloyam, como se llamaba anteriormente, se transformó a raíz de la necesidad de construir haciendas de rentabilidad de la plata para el llamado “sistema minero beneficio de patio”, a partir de la bonanza proveniente de una célebre veta llamada Vizcaína en el siglo XVIII. Su propietario don Pedro Romero de Terreros, uno de los hombres más ricos del mundo en su momento, edificó las haciendas de San Miguel Regla y Santa María de Regla, hoy interesantes recintos para visitar por su estilo y arquitectura. En Santa María de Regla se filmaron varias escenas de la película El Zorro con Antonio Baderas, y en su interior hoy en día se alberga un pequeño hotel.

Donde habita Quetzalcóatl

En un país que cuenta con cuatro mil complejos arqueológicos, de los que tan solo 200 son visitables, llegamos hasta Tula, una ciudad tolteca que junto a Teotihuacán y Tenochtitlán vivió un gran apogeo en la meseta central mexicana.

Cuenta una leyenda que el rey-sacerdote Quetzalócatl fundó la ciudad de Tula después de vengar el asesinato de su padre, y comenzó así un gran periodo de esplendor para los toltecas, ya que de la mano de su gobernante aprendieron artes e importantes doctrinas religiosas y realizaron grandes construcciones como los atlantes, símbolo que identifica la zona arqueológica, y razón de nuestra visita. Son cuatro figuras antropomorfas de piedra que miden alrededor de 4.50 metros y que al parecer fueron parte del templo ceremonial de la cultura Tolteca; sujetaban el techo del templo y además servían como protectores del mismo.

Al estar orientadas hacia el sur, y mirando Venus, se ha especulado con que están esperando el regreso de Quetzalcóatl, y que será entonces cuando cobren vida. Pero también se ha afirmado que en las noches estrelladas cobran vida o que cada uno mira a un punto cardinal, incluso que fueron hechas por extraterrestres… Leyendas, creencias o lo que se quiera pensar, está justificado puesto que la misma imponencia de estas piezas, todo lo admite. En el recinto también existe una impresionante pirámide, temazcales (saunas prehispánicas), pinturas, áreas donde los toltecas jugaban a la pelota, y otras, por donde se dice que ingresaban al inframundo.

 

Hidalgo tiene algo

Huasca de Ocampo no es el único Mágico de Hidalgo, a él se suman Acaxochitlán, que además es Pueblo con Sabor y célebre por La Cuelga, un sabroso pan que se regala por cumpleaños; Huichapan donde conviven elegantes construcciones virreinales con balnearios e interesantes pinturas rupestres de cuatro culturas originarias; Mineral del Chico, considerado como la meca del turismo de naturaleza y aventura; Metztitlán, admirado por sus paisajes que contienen una Reserva de la Biosfera. Junto a ellos están Mineral del Monte, cuna de la minería mexicana; Tecozautla, famoso por sus fallas geológicas y domos volcánicos; Xajhá con sus grutas y aguas termales;  y por último Zempoala embajada de las más espectaculares haciendas. Así pues, tras este recorrido de Pueblos Mágicos ponemos fin a un viaje fuera de serie que nos corrobora, como dice el eslógan promocional que Hidalgo tiene algo.

DATOS DESTACADOS

  • La extensión de Hidalgo es dos veces la del Principado de Asturias
  • Hidalgo, alaba lo genuino y ha sabido huir de la globalización salvaguardando invaluables secretos
  • Desde un balcón de Huichapan se dio el Grito de Independencia de México
  • Siendo el principal productor nacional de pulque, hidalgo ha promovido la Ruta de las Haciendas Pulqueras
  • Huasca de Ocampo fue el primer Pueblo Mágico de México
  • Hidalgo empieza el ascenso en la carrera turística internacional gracias a su promoción y a los 8 Pueblos Mágicos que tiene.
  • Los Atlantes de Tula son la gran atracción arqueológica del Estado de Hidalgo
  • La charrería es el deporte nacional mexicano por excelencia
  • El legado inglés en Hidalgo es uno de los más atractivos de toda América Latina
  • En Santiago de Anaya “todo lo que se arrastra, corre o vuela va a la cazuela”
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