Nova Gorica es conocida como “la ciudad de las rosas” debido a que, en su territorio, florecen unas 50 especies diferentes de rosas de todo tipo de formas y colores. Entre ellas, sobresale la rosa Borbón, una flor exuberante que muestra su mejor aspecto al llegar la primavera. Pero esta singularidad pasaría desapercibida al común de los mortales si no hubiera sido elegida Capital Europea de la Cultura 2025.

Escondida entre los valles más verdes y fértiles de Eslovenia, en la región del Karst y de Brda, Nova Gorica se ha puesto en el mapa gracias a este nombramiento y el Gobierno de Eslovenia ha divulgado a los cuatro vientos, también en Madrid, las virtudes de esta ciudad eslovena que, en 1947, fue dividida en dos: una parte fue entregada a Italia, Gorizia, y la otra, Nova Gorica, quedó en territorio esloveno.

Dos ciudades separadas por una verja

Después de haber estado separadas por una verja durante años, como si se tratase de un pequeño Muro de Berlín, hoy ambas localidades mantienen una relación muy estrecha y cordial. Hasta el punto de que la capitalidad cultural europea la van a compartir ambas ciudades: Gorizia (Italia) y Nova Gorica (Eslovenia).

Se trata de una designación conjunta que pone sobre la mesa el fuerte vínculo que existe entre ambas ciudades fronterizas, promoviendo un enfoque casi común en la cultura y el arte. Y es que este evento no sólo celebra la rica herencia cultural de la región, sino que también destaca la importancia de la colaboración, el entendimiento y la unidad en Europa, convirtiéndose en un ejemplo de cómo dos ciudades, separadas por una frontera, pueden unirse por medio de la cultura.

Escena cultural vanguardista

Además, Nova Gorica es conocida por su vanguardista escena cultural, su impresionante entorno natural y su rica historia. Desde sus orígenes como una ciudad joven fundada tras la Segunda Guerra Mundial, ha evolucionado hasta convertirse en una mezcla de culturas y tradiciones. Por eso, la designación como Capital Europea de la Cultura es un reconocimiento al papel de Nova Gorica como centro cultural y artístico de Eslovenia.

Cuenta con numerosos atractivos culturales y patrimoniales, y entre ellos sobresalen el Monasterio de Kostanjevica, conocido por su impresionante arquitectura y su valiosa biblioteca, donde se encuentran los restos de los últimos Borbones franceses; el Castillo de Kromberk, que alberga el Museo de Goriška y exhibe una valiosa colección de arte y exposiciones históricas; la Galería de Arte, que presenta el trabajo de artistas contemporáneos eslovenos e internacionales; diversos festivales de vino y gastronomía que celebran la riqueza culinaria del Valle de Vipava, atrayendo a amantes del buen comer y beber de todo el mundo; y, además, la ciudad acoge el célebre Festival de Teatro de Goriška y el Festival de Jazz.

Un legado histórico compartido

Los habitantes de Nova Gorica han recibido la designación de Capital Europea de la Cultura como una oportunidad única para mostrar al mundo su legado cultural compartido y su visión de un futuro lleno de creatividad e innovación. También ven este nombramiento como un beneficio para las comunidades locales, porque creen que atraerá a visitantes de toda Europa y fortalecerá los lazos culturales y económicos entre Eslovenia e Italia.

Nova Gorica ya está preparando un amplio programa cultural que se intensificará en cuanto comience 2025. Entre los eventos previstos, hay un concierto del aclamado pianista Alexander Gadji en los Tres Puentes del río Soča, un espectáculo de danza multimedia de la compañía MN Dance en la cantera de Solkan, una orquesta arbórea en el parque de Rafut y una ópera de Rossini que se representará en la Plaza de Europa. Y en esta misma Plaza de Europa tendrá lugar también el evento Sabores sin fronteras, una extensión de la celebración culinaria italiana Gusti di frontiera.

Entre Venecia, Viena y Budapest

Hay que decir también que además de su gran oferta cultural, Eslovenia cuenta con un valor añadido en su exuberante naturaleza. Su estratégica ubicación en el corazón de Europa, en el triángulo que forman Venecia, Viena y Budapest, favorece un rica variedad de paisajes, desde el Parque Nacional de Triglav hasta la cueva de Postojna y las cuevas de Škocjan, designadas Patrimonio Mundial por la Unesco.

La capital, Liubliana, es un gran centro cultural, educativo y de negocios, y una de las Capitales Verdes de Europa y todo el territorio nacional es ideal para programar actividades al aire libre durante todo el año. Es también célebre por sus balnearios y su alta gastronomía que ha conseguido tener un excelente lugar en la Guía Michelin, con la renombrada chef Ana Roš al frente.

Una ciudad universitaria

Hay que decir que son cientos los estudiantes universitarios que durante el curso escolar viven en Nova Gorica y ésta es una de las razones por las que la ciudad no para de organizar exposiciones, conciertos, representaciones escénicas y otras actividades culturales. Los escenarios suelen estar en el Centro Nacional de Teatro y Cultura de Eslovenia o en el Mercado Bevkov, que también está salpicado de bares, restaurantes, bonitos comercios y parques infantiles.

Son muchos los que llegan hasta Nova Gorica en ferrocarril. Y pasan por la Estación de Tren, uno de los edificios más antiguos de la ciudad y en cuyo interior resuenan miles de batallas e historias de guerras y conflictos. Y ya puestos a hablar del pasado, toca citar el Cementerio Judío, uno de los pocos, por cierto, que existen en Eslovenia. Un país que ahora estrena Capital Europea de la Cultura y que, por tantas razones, bien merece la pena conocer.

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