Ha conseguido introducir la cecina de León, “el jamón de los musulmanes”, en los países árabes. Conchi Nieto es la responsable de Exportación de la empresa familiar Cecinas Nieto, una empresa con más de medio siglo de historia que en 2018 se convirtió en la primera fábrica de vacuno 100% Halal. Sus cecinas también desembarcan en Europa y algunos países del entorno asiático, como Japón.
¿Por qué siempre se compara la cecina con el jamón?
Esto es así, pero son productos muy diferentes. Uno procede del cerdo y el otro, de la vaca. El jamón se elabora en numerosos lugares de España y la cecina sólo se produce en León. El jamón tiene denominación de origen y la cecina de León es una IGP (indicación geográfica protegida)…
Sin embargo, la cecina sigue siendo un producto bastante desconocido.
Yo lucho mucho para que no lo sea. Hay que decir todavía que la cecina procede de la pierna trasera de la vaca. Es un alimento natural que sólo tiene carne de vaca, sal y humo y que se remonta a tiempos de los romanos. Además, se corta más fácilmente que el jamón porque no tiene hueso. Es un alimento muy nutritivo, bajo en grasas. Es 100 por 100 saludable, muy proteicos y muy recomendable para los deportistas.
¿Cuándo nace Cecinas Nieto?
La empresa la fundó mi padre en 1965. Desde pequeña, participé del negocio junto con mis dos hermanos. Vivíamos junto al almacén y siempre hemos ayudado. Después, estudié Empresariales e hice un máster de Exportación y Prevención y todo lo enfoqué a la empresa.
¿Cuándo descubrió el poder del mercado árabe?
Primero tuvimos conversaciones con el Instituto Halal de Córdoba. Desde 2004 estamos certificados halal. En 2018 creamos la nueva planta que es 100% vacuno, porque nos exigían que no hubiera contaminación cruzada en todo el proceso. Poco a poco, las exportaciones a los países árabes han ido creciendo.
¿Cómo es el proceso de elaboración de la cecina?
La pierna de la vaca vieja suele pesar unos 65 o 70 kilos en fresco y se despieza en 4 trozos: babilla, tapa, contra y cadera. A partir de aquí, se identifica con su etiqueta de trazabilidad y se mete en sal marina. Pasado el tiempo necesario, se lava y se pasa a los secadores de temperatura controlada. Luego viene el ahumado, el secado y la bodega. La gama Premium es cecina seleccionada que está numerada y tiene más de 18 meses de curación.
¿Cuál es el mejor momento para degustar una buena cecina?
Siempre es un buen momento: para desayunar, para almorzar, para cenar, para festejar… Además, la buena cecina no necesita aderezos, aunque marida perfectamente con unas gotitas de AOVE, con micuit de pato, con manzana reineta, con queso de cabra y mermelada de pimiento… Hay muchas opciones. Hasta marida con pizzas.
¿Hay mucho fraude en el sector?
Lo importante es exigir que un producto que se llame “cecina de León” siga estrictamente las normas de elaboración, porque si no, desprestigia el producto. Y además, no se le concede una segunda oportunidad, algo que no pasa con el jamón o con el queso. Si alguien prueba una cecina de mala calidad, normalmente no vuelve a probar el producto. Por eso, los consumidores deben de exigir los certificados de calidad.
Vuestra cecina ha sido galardonada en varios certámenes…
Sí, hemos tenido varios premios, pero el más prestigioso es el que recibimos en 2019, el Tenedor de Oro al mejor producto importado, al que se presentaron 20.000 productos diferentes. Son los Great Taste Awards y están considerados como los Oscar de la Alimentación. Fuimos la única empresa española seleccionada. Desde entonces, vendemos la marca premium de carne de vaca vieja (“El Abuelo Maragato”) en los almacenes Harrod’s de Londres, en Globus (Suiza) y en el Dubai Mall de Dubai, el centro comercial más grande del mundo.
Como responsable de Exportación de la empresa, se ve obligada a viajar. ¿Qué país le ha impresionado más?
India y Nepal me impresionaron mucho por el contraste y la grandeza de sus monumentos. Filipinas también me gustó por el legado español. París es una de mis ciudades favoritas y Dubai me impresionó también. Me gusta mucho el arte y me interesa la riqueza intercultural y aprender, porque eso me enriquece mucho. También me gusta mucho hacer senderismo, porque me llena de paz.
