Tradición, naturaleza y nuevas formas de ocio se hermanan en Collado Hermoso, un municipio segoviano con todo lo bueno del turismo rural bien entendido. Este pueblo, enclavado a los pies de la Sierra del Guadarrama, tiene ese ritmo lento sin prisas ni estridencias, pero con una vida cotidiana de calidad.

A poco más de una hora de Madrid, esta población permite una constante afluencia de turistas pero también disfrutar de la cercanía de Segovia. Sorprendentemente, también es un verdadero foco de cultura y actividad.

El mapa no engaña. En Collado Hermoso podemos mirar directamente a la Sierra y los pueblos colindantes de la N-110, añadiendo a todo lo anterior el contacto casi directo con la ciudad de Segovia, a apenas 20 kilómetros de distancia. Quizá este intercambio más cotidiano con sus vecinos ha favorecido el aire rural del enclave, así como su aire su solemnidad y religiosidad, ayudando a configurar una identidad propia y más favorable a la desconexión del mundanal ruido.

Tejidos tradicionales

Multitud de parroquias e iglesias se diseminan por la zona destacando las ruinas del monasterio de Santa María de la Sierra, donde Juan I dirigió la creación del célebre y cercano Monasterio del Paular. Sus restos nos remiten a una época distinta e interesante a través de los recios muros del siglo XII destinados a hospedar en su interior a reyes y séquitos reales. Hoy el referente son los trabajos de la Fundación Abbatte. De la mano de Elena Goded y su hija Claudia, los tejidos tradicionales se han transformado en piezas únicas, que podemos también encontrar en Nueva York, Zurich o Londres.

Monasterio Santa María de la Sierra. Collado Hermoso. Segovia

Arquitectura religiosa

En lo que se refiere a la propia iglesia del pueblo está dedicada a San Nicolas de Bari, ahora en su interior hay un museo que merece la pena conocer. De estilo románico y ubicada en el barrio de El Castillo. Después de una buena caminata por el Parque Nacional, siempre es agradable pasar a la sombra y disfrutar del gran momento. Esta construcción sencilla y de una única nave es, sin embargo, una excelente muestra de arquitectura religiosa segoviana, con interesantes retablos barrocos interiores.

Monasterio Santa María de la Sierra. Collado Hermoso. Segovia

Turismo rural

El entorno lo convirtió en uno de los primeros referentes del Turismo Rural, en España. El viejo molino de los Armero, fue pionero. Algunos todavía recuerdan aquellas rutas a caballos por la Cañada Real, siguiendo las rutas de la Trashumancia.

Ese legado ha sido recuperado y mejorado por Jesus Mulero. En este ambiente de descanso en el que el tiempo parece detenerse, nosotros podemos hacer lo mismo para conocer los rincones de la villa, pasear por sus pórticos y calles y descubrir su gastronomía. En la Posada Fuente Plateada (Calle Las Rozas, s/n), dispondremos de bonitas y cómodas habitaciones a buen precio, pero gracias a Jesús, que dirige con mano maestra los destinos del alojamiento, también degustaremos buena y auténtica comida rural. Catalán de origen extremeño y andaluz, Jesús ha creado un micromundo gastronómico cargado de calidad, especializándose en carnes a la brasa y arroces alicantinos. Las croquetas son aquí un producto gourmet, como siempre debieron ser. Con razón no pocos nombres muy relevantes del mundo del espectáculo español se han asentado aquí.

 

Que no falte el asado

Claro que a la hora de comer en Collado Hermoso hay sana competencia. La Matita es un local de asados muy tradicionales que además tiene la inteligencia de explotar otros productos de proximidad y de temporada como las setas a través de diversas jornadas gastronómicas. Alimento para el estómago pero también para el turismo, y en definitiva para el ocio y la cultura. Ubicado en la citada N-110, este negocio familiar de los Martín Muñoz lleva casi treinta años refinando sus brasas ofreciendo los mejores platos de caza y calderos tradicionales.

Dispone de terraza y chimenea, por lo que aquí estaremos a gusto en todas las épocas del año. Elegir un plato es difícil, pero su morcilla frita casera y sus guisos de puchero son difíciles de igualar, como también el rabo de toro con setas de temporada y el imprescindible cochinillo asado, que aquí saben exprimir hasta su mejor versión.

El mundo artesanal

Otros artesanos han construido con duro trabajo la buena reputación de Collado Hermoso. Es el caso de Julián Ayuso, un cerrajero cuyo taller se ha ganado una merecida fama a lo largo de los años por su manera de entender los metales. ¿Artista o artesano? En su caso las dos cosas. Y claro que no podemos dejar de parar en la mítica panadería de Pedro y Angelines, donde se elaboran los mejores panes y bollos artesanales en kilómetros a la redonda. Tiene una ubicación privilegiada en la localidad cerca de la carretera.

 

Caminatas y rutas

Si hemos venido a conocer estos parajes caminando no podemos perdernos el robledal de la Mata del Fraile, a los pies del Río Viejo, o rutas como la del Arcipreste de Hita, 30 kilómetros por el paisaje de Collado Hermoso – principio y final de la caminata – con una interesante historia que contar. Más modesta es la ruta a Santiuste de Pedraza, de algo más de 10 kilómetros, baja dificultad y posible en todas las épocas del año.

Algo más cerca, el Arroyo Sordillo y el Arroyo Viejo, que discurren por el propio pueblo y le dan gran parte de su personalidad, se pueden recorrer mientras preparamos la siguiente parada. Esta puede ser, por qué no, una visita a la Piedra de la Manzanera, un amojonamiento que señalaba los límites de la villa y donde sus responsables realizaban reuniones para dirigir los destinos del agua de sus abundantes arroyos. En conjunto, estas rutas y parajes suelen incluir, además de prodigiosas vistas entre bosques, numerosos “avistamientos” de ruinas medievales, fraguas, molinos y fuentes, ayudando a introducirnos en la peculiar personalidad rural de Collado Hermoso.

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