En el corazón de la agreste comarca de Gúdar-Javalambre, en Teruel, se encuentra Mora de Rubielos, un lugar que parece sacado de un cuento medieval. Con su imponente castillo, calles empedradas y una gastronomía que refleja la riqueza de su tierra, este encantador municipio es el destino ideal para una escapada otoñal. Historia, cultura y sabores auténticos te esperan en cada rincón.
Un paseo por la historia medieval
A kilómetros de distancia, la imponente silueta del castillo de Mora de Rubielos sirve como guía para los viajeros. Este municipio, con raíces en la época medieval, fue un importante asentamiento durante la Reconquista y aún conserva la esencia de aquel tiempo. Al recorrer sus calles, se puede apreciar la influencia árabe en la arquitectura y en las trazas de sus callejuelas, una herencia de cuando «Mora» significaba «tierra fértil».
El castillo, construido en el siglo XIII, se alza majestuoso sobre una colina, ofreciendo vistas panorámicas de los alrededores. A pesar del paso del tiempo, sigue siendo un símbolo de la importancia estratégica de Mora de Rubielos en la Edad Media. La iglesia de la Natividad, una joya gótica del siglo XIV, también cuenta historias de poder y devoción. Con su imponente nave y capillas laterales, destaca como uno de los tesoros arquitectónicos de la localidad.
Sin embargo, el verdadero encanto de Mora de Rubielos se descubre paseando por sus calles. Casas, casonas y palacios se entremezclan, invitando a los visitantes a dejar el coche y perderse entre sus muros de piedra. La vida aquí se siente en cada esquina, desde las plazas hasta los pequeños callejones que esconden secretos de otros tiempos.
Gastronomía con alma
En Mora de Rubielos, la gastronomía es un arte que se vive y se saborea. En el corazón del pueblo, David Jousselin ha encontrado su hogar y taller. Sus marcos para cuadros, auténticas obras de arte, se pueden descubrir en NEW-ANTIQUE artisand’art (Callejón Marta, 8). Aquí, la creatividad fluye al ritmo del pueblo, y David se convierte en el guía perfecto para descubrir los rincones más auténticos.
Uno de sus lugares favoritos es El Escalón (Pz. Iglesia, 6), un bar junto a la iglesia que es punto de encuentro para locales y visitantes. Aquí, el aperitivo es sagrado, y la plaza se llena de vida, con una panadería cercana que ofrece deliciosos productos locales, un rincón obligado para los golosos.
Para llevarte un pedacito de Mora de Rubielos a casa, la Tienda de Aragón (Cl. Cuatro Esquinas, 8) es la parada ideal. Embutidos, miel, trufa, aceitunas y, por supuesto, los famosos melocotones de Calanda, son algunos de los tesoros gastronómicos que puedes encontrar aquí.
La oferta culinaria de Mora de Rubielos no se detiene en los productos. El Rinconcico (Cl. Santa Lucía, 4) es un restaurante de referencia, donde la tradición aragonesa se encuentra con la innovación. Platos como el Ternasco D.O. de Aragón, el Potaje de garbanzos de Miguel o el sorprendente Puro Habano de Morcilla deleitan a los paladares más exigentes. La experiencia en este lugar es un homenaje a la tierra y sus sabores.
Deporte, descanso y aventuras
Pero Mora de Rubielos no solo es historia y gastronomía, también es un lugar perfecto para la aventura y el descanso. Para los amantes del deporte, Amantes Bike (Cl. Agustín Planas, bajo 1) ofrece rutas en bicicleta que exploran los paisajes de la comarca, incluidos tramos de la famosa Ruta del Cid.
Después de un día explorando, el descanso es esencial. El Hotel Masia La Torre (Ctra. Mora de Rubielos a Rubielos de Mora A232 Km. 21,600) ofrece una estancia en un entorno rural idílico, mientras que La Trufa Negra (Av. Ibañez Martín, 10-14), ubicado en el centro de la ciudad, es la opción ideal para quienes buscan comodidad y estilo en pleno casco urbano.
Conclusión: un destino con todo para todos
Mora de Rubielos es un lugar que lo tiene todo: historia, sabor, aventura y descanso. En otoño, este encantador municipio de Teruel se convierte en el destino perfecto para una escapada que quedará grabada en la memoria. Si aún no lo conoces, marca en tu calendario una visita a este rincón único donde la tradición y la modernidad se encuentran en perfecta armonía.